Un día, después de realizar Reiki a un cliente, hice algunos mandados mientras escuchaba un álbum de música con cuencos de relajación. Sentía un gran cansancio tras un largo día, así que me acosté en el sofá y continué disfrutando de la música relajante. Después de unos minutos, me quedé profundamente dormido.
No se que pasó ni porque tuve esta experiencia. Solo recuerdo que hubo una tormenta eléctrica y de pronto me sentí cansado, con ganas de recostarme y dormir un poco. No era hora de irme a acostar; sin embargo, quise solo relajarme y descansar un poco.
Cuando me desperté unas horas más tarde, ya eran aproximadamente las 2:00AM. La música seguía sonando y las luces estaban apagadas, ya que las había programado para que se apagasen automáticamente a medianoche. Al abrir los ojos, inmediatamente, me di cuenta de que estaba envuelto por una profunda sensación de paz y alegría.
En efecto, me sentía profundamente amado por mí mismo, feliz, completo y totalmente satisfecho.
En ese momento, nada parecía importar. Sentía que todo era perfecto. Estaba convencido de que no tenía problemas ni preocupaciones, y no necesitaba a “nadie” ni “nada”. Simplemente estaba presente conmigo mismo y me encantaba esa sensación de plenitud, que nunca había experimentado de esa manera.
Así es, estaba teniendo la experiencia de estar en un estado de relajación total y alegría sin igual, algo difícil de describir porque nunca había sentido algo así, tan profundo, antes.
Permanecí en ese estado durante aproximadamente dos horas. No quería que esa sensación terminara. La quería prolongar hasta donde fuera necesario. Luego me levanté y fui a la cama con esa sensación de plenitud total.
A la mañana siguiente, me desperté como nuevo, feliz, todavía en un estado de éxtasis, pero un poco disminuido. Tomé un rico desayuno, me preparé y fui al trabajo, donde tuve un excelente día.
Poco a poco, volviendo a la rutina del trabajo y la gente que estaba a mi alrededor, esa sensación de plenitud se fue disipando hasta quedar en una historia. Si, una historia que me apetece contar, puesto que ese debiera ser nuestro estado natural, actualmente alterado por nuestro medio social y nuestras emociones y programaciones recibidas a lo largo de nuestra vida.
¿Qué ocurrió? ¿Estaba tan relajado que me conecté con mi ser superior? ¿Fue una experiencia de ascensión? ¿Tomé consciencia de mi existencia? ¡¡¡¡No lo sé!!!!
No estoy del todo seguro, pero en estos días de transformación, espero experimentar ese “estado” de mi SER, más a menudo.
Consejos de como alcanzar un estado de consciencia de nuestro SER:
1.- Actualmente nuestras emociones se alteran porque no vivimos como queremos vivir. Hacemos cosas que no queremos y no hacemos lo que si queremos. Esa desconexión crea un descontento y frustración, generando un remolino de emociones que se quedan estancadas y no nos permiten alcanzar nuestra divinidad y bienestar interior.
2.- Para alcanzar mi divinidad interior, tengo que saber que es lo que mi SER quiere desde el corazón, no desde las programaciones obtenidas de “otros”.
3.- Como saber que es lo que quiero y deseo. Entrando en mi pequeño mundo interior.
4.- Sólo tu corazón sabe lo que quiere. Busca dentro de ti lo que deseas y lo que te de plenitud. Cualquier cosa que esta sea, para cada persona es diferente. Desde hacer pan, hasta ayudar al prójimo o pasar tiempo contigo mismo.
5.- Empieza a tomar decisiones que te lleven a donde quieres llegar. Muchas veces hay que tomar decisiones fuertes. Solo recuerda que eres el capitán de tu propia existencia y que tus derechos terminan donde comienzan los derechos del otro. Así que atrévete, atrévete a hacer lo que tu corazón te lo grita y la mente te lo apaga. Eso te traerá mas coherencia entre lo que sientes, piensas, dices y haces. Se y estoy convencido que con practica continua, lo podemos lograr. Es un aprendizaje PARA TODOS y cada uno de los seres que habitamos este planeta. Para unos más fácil, para otros menos.
Comparteme tus comentarios y si tuviste experiencias similares.
Gracias Edgar por compartir esta experiencia. Después de tantas vueltas, logros y caídas, esto es lo que nos queda: la conexión con nosotros mismos y vivir el presente. Tan pocas veces he disfrutado el momento esperando lograr algo para ser feliz y la vida no es eso… se trata de estar bien con nosotros mismos aquí y ahora!!
Exacto amiga!!! Esa es la conexión que cada uno tiene consigo mismo. Que buena toma de consciencia hiciste al darte cuenta que antes esperabas “lograr” algo para ser feliz. No, la felicidad se siente por dentro. No que algo de afuera te haga sentirte bien…pues si eso externo no se logra o “se va”, quedas vacio/a. Excelente toma de consciencia!!!!